Conoce más de cerca a Adrián Biglieri

Nota de prensa
03/06/2019 - 15:39
Conoce más de cerca a Adrián Biglieri

Adrián Biglieri, decidió perseguir su sueño y dedicarse al pádel, siendo un deportista que compite y lidera al más alto nivel el ranking de la Liga Catalana de pádel, nos explica su trayectoria profesional en este mundo.

¿Cómo llegas a esta etapa final de tu carrera como jugador de pádel? Llego con ganas de hacer lo mejor posible, las mismas que siempre he tenido, de ganar o llegar a las finales de cada etapa que juguemos. Siempre pensé en llegar a cada torneo lo mejor preparado teniendo en cuenta que con el trabajo y con la vida familiar (dos hijos Paula y Leo) no es nada fácil. Evidentemente creo que si uno piensa a largo plazo, los resultados también serán para largo recorrido y eso fue lo que sucedió.

¿Cuál es el secreto de seguir estando bien físicamente y mentalmente? Para llegar a esta edad (cumpliré 44 en agosto) con esta forma física y mental no es fácil, ya que tienes que tener una conducta muy buena en cuanto a descanso nocturno, y, además, cuidar la dieta de manera exhaustiva (hace años que realizo una dieta quitando intolerancias alimenticias, sobre todo las más perjudiciales para mí, como son el huevo o la leche de vaca, sustituyo esos alimentos por otros a pesar de que muchas veces no es para nada agradable).

También es importante el apoyo del equipo, en mi caso fue mi familia, los compañeros con los que he jugado, fisioterapeutas, masajistas y médicos por los que pasé. Pero, ante todo, teniendo ilusión en lo que hago, querer ser el mejor en lo que compita, tener un rechazo importante a la derrota a pesar de asumirla y sacar los aspectos más constructivos cuando llega. No cualquier persona que realiza esto llegará a la cima en lo que haga o compita, pero le ayudará seguro para acercarse a su techo, a sus límites, eso lo garantizo. Y a fin de cuentas es lo más importante para cada persona, mejorar, mejorar y mejorar uno mismo.

Luego vienen los triunfos sobre los demás, pero la base, el enfoque primordial, debe estar en perfeccionar los aspectos de uno desde el interior hacia el exterior. Cuando los individuos se centran en lograr cosas externas sin canalizar la energía en la parte interior, ya sea mental, física, espiritual, anímica o motivacional, los resultados no llegan de la misma manera, ya que siempre hay algo externo que no podremos controlar, ya sea el comentario de alguien, las condiciones económicas, los apoyos emocionales, los materiales de juego, las condiciones climáticas, las condiciones laborales y de entrenamiento, etc. Estoy seguro de que he hecho un muy buen trabajo en estos aspectos a lo largo de mi vida y fui mejorando en varios de ellos a pesar de ir cumpliendo años, de aquí la mejoría o el mantenimiento. Lógicamente el aspecto físico va mermando en cuanto a energía, recuperación, flexibilidad, fuerza, pero si uno va mejorando los ya mencionados se compensa muy bien.

¿Qué le recomendarías a alguien que quiera llegar a la élite del pádel? Es muy importante ir aprendiendo del entorno, ya sean preparadores técnicos, físicos, mentales, compañeros y adversarios contra los que uno juega, pero para esto uno debe ser muy trabajador, tener una capacidad de absorción visual, auditiva, sensorial, tener una mentalidad de progreso y positiva desde dentro hacia fuera, exigiéndose a uno mismo, pero cuidado, ser crítico, pero no ser destructivo. La línea entre la exigencia y la mentalidad autodestructiva es muy fina y hay que vigilar siempre esto, si no uno pasa a no disfrutar de lo que hace y a presionarse demasiado, eso traerá derrotas, lesiones, calambres o problemas con el entorno (compañeros, entrenadores, patrocinadores, representantes, familiares y/o amigos). Hay que valorar mucho lo que uno hace e intenta hacer cuando es con pasión, con esmero, con dedicación, con afecto o amor, con dolor, con sufrimiento, etc. Muchas veces, el deportista de élite llega a disfrutar hasta sintiendo estas sensaciones duras para cualquier persona, de ahí la diferencia entre un ganador y un perdedor. El que se sobrepone o disfruta en esta atmósfera llamada dura, inhóspita, dolorosa, etc. estará siempre mejor posicionado que el resto.

¿Cómo compaginas el deporte profesional con el trabajo? En mi caso o como muchos deportistas profesionales o casi profesionales que necesitan trabajar para seguir compitiendo, estamos en desventaja respecto aquel que no necesita trabajar, por eso se debe olvidar en ciertos momentos los problemas cotidianos y no poner excusas para lograr los objetivos. Yo fui parte como muchos más de este grupo de deportistas/trabajadores.

No es nada fácil cuando tienes que entrenar después de una jornada laboral donde estás de pie, cansado, con la musculatura lenta y endurecida, tampoco es agradable cuando necesitas estar a tope y aquella noche te has despertado muchas veces por el llanto o molestia de un hijo/a, no es agradable tener que competir con dolores por no haber descansado o por no haber ido a otra sesión de fisioterapeuta porque no tienes más dinero, no es fácil competir con gente que entrena más sesiones con técnicos que uno porque tiene más posibilidades para hacerlo, no es fácil tener que dejar de ver espectáculos, ir al cine, no mirar pelis hasta tarde, no leer un libro hasta las tantas porque no tienes tiempo para ello y no hay tiempo de recuperación porque tienes que trabajar y tienes obligaciones familiares. Pero uno tiene que ingeniárselas con las herramientas que tiene, no tiene otra alternativa, hay que pensar y diseñar la rutina para rendir al máximo dentro de estas condiciones, para adaptarse a todo eso y pensar en positivo para seguir hacia delante. En definitiva, saber qué es lo que se desea para elegir correctamente el camino y seguirlo...

Grosso modo, ¿Cuál ha sido tu trayectoria en el mundo del pádel? En mi caso estoy más que orgulloso de mi mismo, habiendo empezado bastante fuerte el pádel recién a los 29 años (bastante tarde de lo habitual). Es cierto que competí de los 17 a los 18 años, ¿pero hubo un gran parón hasta los 29 años verdad? A pesar de haber empezado tarde, he conseguido ser 8 años y medio número 1 de Cataluña, ganarles a 4 campeones mundiales y a muchos jugadores del World Padel Tour, ganar el campeonato de España e Italia de equipos y jugar ¡Con los mejores!

 En el mundo del deportista de élite no todo son alegrías como nos has comentado anteriormente, ¿Puedes contarnos alguna etapa negativa que hayas vivido dentro de tu trayectoria deportiva? A los 30 años pasé un tumor maligno en la pierna que me inhabilitó entre 7 u 8 meses. Tengo un músculo menos que el resto (el sóleo), pero he hecho una gran recuperación. No me olvidaré nunca del día que me diagnosticaron el cáncer, fue un día de sorpresa, de miedo, de incertidumbre, también de apoyo y compasión de familiares. Pero lo que más me enorgullece de ese día fue que me vino una fuerza interior, y no sé si rabia también, que me hizo salir a correr ese mismo día por la plaza y me prometí a mí mismo que estaría positivo y que no me bloquearía. Estaba muy concienciado en pelear (al cáncer) y me fui a Argentina, al lado de familiares y amigos.

Fue una experiencia fea pero dentro de todo lo malo hubo cosas lindas y sentimientos raros. Siempre recordaré que me operó uno de los mejores equipos de Buenos Aires y de América latina, estoy seguro, de hecho, iban a operarse ahí personas de todos lados del continente. Pero era un hospital público, le faltaba pintura en las paredes, debía compartir con otros el cuarto, etc. Cuando ya estaba en el hospital, tuve a un hombre al lado mío que no sé si lo había mandado Dios o quién pero me dio un ánimo tremendo. Me comentaba todos los lugares en los que lo habían operado, yo, mientras me hablaba, pensaba en cuales serían los lugares que no lo operaron realmente. Recuerdo que era súper positivo, alegre, conversador, amigable… Me dijo que lo mío no era nada, pero él no sabía realmente el grado de malignidad de la enfermedad que yo tenía, aun así, me rebajó y le quitó tanto peso a lo mío, sobre todo después de haber escuchado su experiencia, que casi entró corriendo a la sala de cirugía. Obviamente tenía miedo, pero tenía fe.

Al final todo son sentimientos, y aunque sea en diferentes grados, pero todos los deportistas y sin importar el nivel, lo sienten. Miedo, tensión, fe, confianza, alegría, seguridad, etc. Hay que ir lidiando con esos sentimientos a lo largo del camino, ya sea de deportista o en la vida.