¿Qué tipo de caldera debo elegir y cómo ahorrar en su uso?
Existen diferentes tipos de calderas en función del tipo del combustible, del espacio disponible y de las necesidades de uso de cada vivienda. Te mostramos las diferencias entre todas ellas para que puedas elegir la más eficiente para tu hogar. La caldera de una vivienda está destinada a dos objetivos:
- Ofrecer calefacción al hogar
- Dar agua caliente sanitaria al hogar
Éstas son las que se llaman calderas mixtas. Son las más habituales en la mayoría de los hogares.
El otro tipo de calderas son las instantáneas, también llamadas por microacumulación. Este tipo de caldera cuenta con microacumuladores (hay depósitos de entre 3 y 5 litros de agua caliente), que permite que al abrir el grifo el agua salga caliente de manera instantánea y no haya que derrochar ni una gota esperando a que el agua salga a la temperatura deseada. Son las que suelen instalarse en viviendas que tienen más de 3 baños.
Tipos de calderas según el combustible que usan
La elección de un tipo de combustible vendrá determinada por la disponibilidad de cada tipo de combustible en la zona en la que vivas.
- Calderas de gas
- Gas natural por medio de un sistema canalizado. Es el que menos gases emite de todos los tipos de combustible. Necesita pasar los pertinentes controles y una correcta ventilación. Se recomienda que una vez al año se haga una revisión, preferiblemente antes de que empiece el invierno, para tener la caldera preparada y funcionando correctamente antes de que llegue el frío.
- Gas butano o propano. Se trata de gas butano canalizado. Suelen usarse en aquellas zonas donde no se necesita mucha calefacción o incluso en segundas residencias.
- Calderas de gasoil o gasóleo
Son las calderas aptas para las viviendas a las que no llega la red de gas canalizado. Al no ser un combustible canalizado, necesitan almacenar el gas en su propio depósito, por lo que para tener calderas de este tipo de combustible se requiere de mayor espacio. Por eso, suelen ser las habituales en las casas unifamiliares. Son calderas que calientan muy rápido y de fácil mantenimiento, aunque son las que más gases emiten.
En general, recuerda que las calderas deben ser instaladas por técnicos cualificados. Obligatoriamente cada 5 años la empresa suministradora de gas hará una revisión de la instalación del gas. Aparte, las calderas de gas deben someterse a una revisión de mantenimiento de forma obligatoria cada dos años. La revisión es obligatoria anualmente en el caso de las calderas de gasoil y recomendable en el resto.
Modelos de calderas según su tipología
- Atmosféricas: son las que usan el aire del habitáculo donde se encuentran para la combustión. Su instalación está prohibida desde el 1 de enero de 2010, ya que la normativa vigente determina que solo pueden instalarse calderas estancas y que expulsen un bajo nivel de sustancias contaminantes.
- Estancas: son todas las calderas que se comercializan actualmente. Se llaman estancas porque la combustión tiene lugar en una cámara estanca. En estos casos la salida de humos, para expulsar los gases, se realiza mediante el tiro instalado en un conducto para tal fin.
- Calderas convencionales: son calderas ya en desuso. Tienen unas altas emisiones de gases y, por eso, la normativa europea ErP las ha prohibido por no ser eficientes. Desde las Administraciones Públicas se insta a retirarlas y cambiarlas por los otros dos tipos siguientes.
- Calderas de bajo nox: son aquellas que emiten bajas emisiones de óxidos de nitrógeno, las permitidas y, por tanto, disminuyen el impacto ambiental de los gases emitidos.
- Calderas de condensación: este tipo son las que mayor eficiencia ofrecen y ahorran entre un 20% y un 30% en combustible respecto a los demás tipos. Esto se debe a que su sistema de funcionamiento permite que un 11% del calor de condensación sea reutilizado. El rendimiento energético que ofrecen puede llegar hasta el 109%, en función del modelo instalado. Para su instalación necesitan un desagüe adecuado para evacuar el agua condensada. Algunos modelos permiten acoplar un sistema de energía solar alternativo. De esta manera se necesitaría menos energía para la calefacción o para el agua caliente sanitaria, con el consiguiente ahorro.
¿Qué aspectos se deben tener en cuenta para elegir una caldera?
- El tipo de vivienda donde se va a instalar la caldera.
- El tipo de combustible que se puede utilizar: hay zonas donde el gas natural no llega y otras viviendas donde no hay espacio para colocar un depósito de gasoil.
- El número de baños: es muy importante saber el uso que se va a hacer de la caldera y saber en cuantos baños se requiere y si son aseos o también necesitan disponer de agua para duchas y bañeras (ya que la cantidad de agua caliente que se necesita en estos casos es mucho mayor).
- La zona geográfica donde se ubica la vivienda, ya que la temperatura exterior condiciona el funcionamiento de la caldera, y el aislamiento del que dispone la casa.
¿Qué potencia necesita mi caldera?
Se debe adquirir una caldera acorde a cada vivienda. Mostramos la siguiente tabla en la que se relaciona las necesidades de potencia de la caldera más adecuada para calentar tu vivienda según sea su superficie, el número de baños que tienes y la gente que la habita.
Antes de decantarte por una caldera, se debe mirar la etiqueta energética, que es obligatoria en todas las calderas a partir de una potencia de 70 kW. Te permitirá comparar los datos de consumo y prestaciones de cada modelo tanto en agua caliente como en calefacción por separado.
Consejos para ahorrar en el uso de las calderas
- Utiliza la caldera de forma responsable. Es muy importante tener bien ajustada la temperatura deseada sin abusar de temperaturas muy altas que solo harán que se gaste más dinero. Se debe tener en cuenta que cada grado que se suba, hará que el consumo de energía se incremente en un 7%. Lo recomendable es regular la temperatura entre los 19º C y los 21ºC. Por la noche, se puede bajar la temperatura de los dormitorios hasta los 17ºC.
- Controla el gasto. Para ello, es beneficioso tener un cronotermostato. Se encarga de regular la temperatura de la vivienda durante horas o días y gestionan automáticamente el encendido y el apagado de la caldera. De este modo, se optimiza el rendimiento de la calefacción y se evita malgastar cuando no se está en casa.
- Coloca detectores. Las alarmas de gas natural y gas butano son muy prácticas porque alertan ante cualquier fuga.
Si necesitas asesoramiento, nuestro equipo de instaladores puede ayudarte. Haz tu consulta a través de info@ilp.cat